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El consagrado director francés Patrice Chéreau. foto: Mars Distribution.

De placeres y turbaciones

Patrice Chéreau, quien falleció ayer, proporcionó a todos los amantes del teatro, del cine y de la ópera placeres y turbaciones hermosas y extraordinarias.

Publicado: 2013-10-08

Por Mario Gas. El País (España). Chéreau nos ha dejado. Chéreau, el príncipe de los directores teatrales franceses. Chéreau, el excelente director de cine. Chéreau, el personalísimo y peculiar actor teatral. En definitiva, el gran Chéreau se ha ido. 

En el festival de Nancy del 68 le vi una extraordinaria puesta en escena de Soldados, de Lenz.Con apenas 24 años ya mostraba una contundencia y una madurez asombrosas. ¿Cómo olvidar su extraordinario Peer Gynt, su excepcional Hamlet, su trabajo con los textos de Koltès, su versión paradigmática y asombrosa de la Tetralogía de Wagner? Preciso, atrevido, contundente y con un universo creativo fascinante,Patrice Chéreau paseó su nerviosa y atractiva figura por todos los cielos y por todos los infiernos personales y artísticos.

En el festival de Tardor, en la sala 2 del Mercat de les Flors, que luego se convirtió en la sede del Teatre Lliure, nos ofreció una interpretación turbadora y sombría del dealer de En la soledad de los campos de algodón.

Teatro, ópera, cine... todo lo trabajó con profundidad y sin reservas. Su cine tardó en ser reconocido, pero ello no fue más que debido a la ceguera en la percepción por parte de determinados círculos excluyentes, porque ya desde su primera película, La carne de la orquídea, dejó claras sus huellas magistrales de narrador cinematográfico.

“Si camina por la calle, a esta hora y en este lugar, es porque desea algo que no tiene, y ese algo, yo, puedo proporcionárselo”, dice el dealer al cliente al principio de En la soledad.... Chéreau, sin lugar a dudas, nos ha proporcionado a todos los que le hemos conocido y a todos los amantes del teatro, del cine, de la ópera y de la vida, placeres y turbaciones hermosas y extraordinarias.

Salve Patrice, que la eternidad te acoja como te mereces.

Como uno de los nuestros.

Como uno de los más grandes.


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